"MANÍAS, PÁNICOS Y CRACS"

 

 “Manías, pánicos y cracs”

Autores: Charles Kindleberger y Robert Z. Aliber.


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El libro “Manías, pánicos y cracs”, escrito por Charles Kindleberger, economista con responsabilidades en varias instituciones americanas vinculadas a la Reserva Federal, y con estudios sobre finanzas internacionales utilizados en la creación del Plan Marshall, clave en la recuperación europea tras la Segunda Guerra Mundial. Tras la muerte de Kindleberger en 2003, Robert Z. Aliber incluyó una parte dedicada a la crisis de 2008 y a la caída de Lehman Brothers.


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Nos presenta el modelo de Minsky como una herramienta para explicar las crisis financieras. Los cambios en la oferta de crédito son procíclicos y aumentan cuando la economía está en auge, haciendo más optimistas a los inversores, que sobre estiman la rentabilidad de una serie de activos y se muestran receptivos a solicitar créditos para adquirirlos. Cuando llega la desaceleración, donde los inversores y prestamistas, se vuelven más cautos y aquellos que se endeudaron para adquirir activos, bienes raíces o acciones presentan comportamientos desesperados por vender sus activos al ver sus precios caer. Sugiere que los eventos que originan las crisis empiezan por una innovación, que impacta en el sistema macroeconómico, y que culminan con una fase de euforia, donde empresas y prestamistas solicitan préstamos para aprovechar el auge de esta innovación.  El exceso de esta euforia pasa a un estado de sobre negociación, en la que el bien se revende, las empresas aumentan su proceso de producción y ocurre un apalancamiento excesivo, donde se compra el bien incluso sin llegar a pagarlo. Cuando la euforia se da de una manera excesiva y se convierten en conductas irracionales se dan las manías especulativas o burbujas, que hacen referencia al aumento significativo del precio de un activo que no puede ser explicada por los valores fundamentales. En el momento que los inversores intentan deshacerse de unos activos que les pueden provocar pérdidas, ocurre un fenómeno de desplazamiento que hace que los inversores se deshagan de sus activos de una manera masiva. Esto provoca un frenazo en el aumento de precios y al comienzo de una depresión debido a que los inversores más recientes van a ser incapaces de hacer frente a las deudas contraídas, para obtener liquidez venden los activos, esto provoca la bajada de precios y se entra en una espiral donde se intenta obtener más liquidez para poder hacer frente a los pagos, y los precios de los activos siguen bajando hasta que se produce una estampida en busca de liquidez. La señal que precipita una crisis suele ser una bancarrota, que incrementa estos fenómenos de búsqueda desesperada de liquidez y que acaba con quiebras generalizadas, los bancos se vuelven más cautelosos y disminuye el número de créditos y se llega al pánico, situación de miedo irracional en la que los inversores venden sus activos a cualquier precio y que finalmente desemboca en un crac que es un colapso de los precios de los activos. El sistema se autoalimenta hasta que los precios recuperan el precio real o hasta que aparece el prestamista de última instancia, los bancos centrales o el Fondo Monetario Internacional para restablecer la confianza del sistema. 

El libro nos guía a través de las crisis económicas apoyándose en las más importantes, las crisis que han servido como columna vertebral del libro son:

-        Crisis de los Tulipanes, Países Bajos, 1636.

-        La Compañía de los Mares del Sur y del Mississippi, Francia e Inglaterra, 1720.

-        Crac del 29. EEUU

-        Crisis de deuda de México y otras naciones en desarrollo, década de 1970.

-        Burbuja inmobiliaria Japón 1985-1989.

-        La especulación desmedida en bienes inmuebles y en acciones de los países nórdicos de 1985-1989.

-        La burbuja inmobiliaria y de acciones asiáticas de Tailandia, Malasia, Indonesia y otros países y regiones del sudeste asiático durante 1992-1997.

-        La burbuja de acciones y activos financieros tecnológicos en Estados Unidos 1995-2000.

-        La Crisis de las hipotecas suprime en los Estados Unidos, Gran Bretaña, España, Irlanda e Islandia entre 2002 y 2007.

Importante en el libro es la mención de las figuras del prestamista doméstico e internacional de último recurso, con la función principal de resolver el problema de la liquidez de los activos de otras empresas, comprándolos hasta estabilizar la demanda.

El prestamista domestico de último recurso es el que tiene cada país. El primer prestamista de último recurso de la historia fue Inglaterra en el siglo XVIII, donde se estableció al Banco de Inglaterra como organismo encargado de proporcionar la liquidez necesaria. En Francia, el Banco de Francia además de aportar liquidez a las empresas en problemas también tenía el monopolio sobre la circulación de los billetes, esto llevo a que el gobierno francés dejará quebrar bancos regionales para después convertirlos en filiales del banco francés por lo que a través de sus filiales podía descontar papel y aliviar las crisis de liquidez. En el caso de Estados Unidos existía un debate sobre si el tesoro era el que tenía que haber intervenido en vez de dejar que los mercados se arreglaran por sí mismos. Así se llegó al modelo actual en que los que se obliga a los bancos a disponer de unas reservas para hacer frente a sus necesidades de liquidez.

El prestamista internacional de último recurso es un prestamista común para un grupo de países. Esta figura se presenta más interesante por su poder de actuación ante cambios de valor de monedas, lo que es clave en los contagios internacionales. En 1945 se crea el Fondo Monetario Internacional para otorgar créditos a los gobiernos nacionales y ayudar a los países a hacer frente a sus propias crisis antes de que se produzca un contagio internacional. 

Aparece el dilema moral que se establece entre intervenir o dejar caer a grandes empresas o corporaciones bancarias para alejar el pensamiento en los propietarios y dirigentes que en caso de problemas recibirán ayuda para salir de ellos por su gran tamaño. el libro nos muestra la relación de la política y sus decisiones, como fue, la de romper el mito de “demasiado grande para caer”, aportando la hipótesis de que fue más costoso dejar caer Lehman Brother que haberlo salvado, y del comportamiento deshonesto de algunos dirigentes de instituciones y empresas. 

Los fraudes y las estafas también están presentes en este libro, en especial, cuenta la estafa de Ponzi, que es el origen de las estafas piramidales, y que Minsky utiliza para describir uno de los tipos de sobre negociación y culmina con la estafa de Madoff, también piramidal, que tuvo la habilidad de prolongarla durante décadas, y que se destapó con la crisis de 2008.

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