DIFERENCIAS Y SIMILITUDES GRIPE ESPAÑOLA (1918) Y COVID 19
La pandemia de la Gripe Española de 1918 y la del COVID 19.
Diferencias y Similitudes.
La mal llamada Gripe Española se trató de una pandemia global que afectó
mortalmente a la población mundial, causando más de 50 millones de muertos. La
actual pandemia COVID 19, alcanza una cifra de muertos, según la web estatista, hasta el
30 de diciembre se acercaba a 1,87 millones de fallecidos. España, en ningún
momento censuró la publicación de datos, informes y consecuencias de la
enfermedad, y desde un primer momento trató la epidemia como si fuese
exclusivamente española y de ahí su denominación, aunque antes de llegar los
primeros casos a España, ya existían en EEUU y otros países europeos.
A diferencia del COVID 19, que, principalmente, afecta mortalmente
a personas ancianas o con patologías previas, la mayoría, ciudadanos fuera del
mercado laboral, en la Gripe Española, la mortalidad se cebó, además de los ancianos, de las personas
más vulnerables como niños o personas de los estratos sociales más bajos,
afectó a adultos jóvenes en edad de trabajar, lo que provocó un colapso
inmediato de la actividad económica al no disponer de mano de obra para
trabajar, en una época, dónde el trabajo era mucho más manual que ahora. En la
época actual, muchos trabajos han podido continuar sin necesidad de parar,
utilizando las nuevas tecnologías, el teletrabajo se ha impuesto de manera
definitiva, y hemos visto que podemos hacer muchas tareas evitando
desplazamientos a los centros de trabajo.
Otra diferencia importante es el control y difusión de la información, en 1918, los datos de la pandemia estaban muy desfasados, y la falta de información consiguió que “el miedo se apoderó de la población provocando situaciones dramáticas como el aislamiento social”, como se refleja en el estudio “La pandemia de Gripe de 1918: Mitos y realidades desde la literatura científica». La gente se ausentaba de sus trabajos ante el miedo a salir de casa, produciendo un efecto directo y desastroso sobre la economía, seguido de largas cuarentenas y un aislamiento social muy severo. En la actualidad, la información sobre la evolución del número de contagios en tiempo real, ha permitido, después de una fase inicial con poco conocimiento de la enfermedad, sectorizar los aislamientos por poblaciones, barrios, de forma que la actividad económica que requería presencia de personal no ha llegado a pararse.
Realmente importante ha sido la utilización de medios electrónicos,
móviles, tablets para mantener la relación con nuestras familias, amigos, que
ha evitado que el aislamiento en nuestras casas afectase mucho menos a nuestras
relaciones sociales. En 1918, el aislamiento debió ser muy duro porque se
trataba de un aislamiento real.
La propagación del virus actual se
ha visto ayudada por la globalización en la que vivimos, medios de transportes
asequibles para casi todos, ahora mismo es fácil viajar de un país a otro, y
por tanto de mover al virus mucho más rápidamente, pero la gran diferencia a
nuestro favor ha sido la respuesta sanitaria y de investigación en todos los países,
que ha minimizado el número de fallecidos, ha establecido medidas preventivas
como el uso de mascarillas, geles hidro alcohólicos, cuidado extremos con los
cadáveres de personas infectadas. En
1918, no existían los medios hospitalarios actuales, la investigación era mucho
más lenta, las medidas preventivas no eran fáciles de implantar, incluso se permitía embalsamar, maquillar y
vestir cadáveres para restarle apariencia a la muerte, con el consiguiente
peligro de transmisión.
En cuanto al uso del dinero
virtual, la diferencia entre las dos pandemias es clara, por una parte, el
dinero virtual ha evitado una fuente de contagio importante, al pasar el dinero
físico por muchas manos, y por otra, ha conseguido dinamizar la economía al no
requerir ir al banco a sacar el dinero, y permitir los pagos de una forma
rápida y eficiente.
Después de estar viviendo esta
pesadilla del COVID 19, y los casi 100 años que separan ambas pandemias, con
ausencias de tecnología, medios hospitalarios, producción industrial, y dinero
virtual, somos capaces de comprender mucho mejor el sufrimiento por el que pasó
la humanidad hace un siglo con la pandemia de la Gripe de 1918.
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